Oporto nace en el punto donde las aguas del Duero se funden con las del océano Atlántico. Ciudad marítima, fluvial, de impresionantes puentes, uno de los cuales une a Oporto con la ciudad al otro lado del río, la hermosísima Vila Nova de Gaia, donde se concentra la gran mayoría de las Bodegas del vino más afamado de la región. Cada ciudad, desde su estilo propio, esconde recovecos que no dejan sorprender con sus detalles íntimos. Ninguna calle posee un rasgo de identidad igual a la otra. Cada cual aporta lo suyo y seduce de una manera que invita a adentrarse a los sitios más recónditos de sus estrechas callejuelas en subida y bajada. En sus espacios más abiertos, se sitúan los grandes lugares de interés que no dejan de asombrar por su espectacular belleza… Nos llevamos de Oporto una magnífica degustación de su mezcla magistral de sabores, colores, aromas y texturas. En cada sorbo, una imagen más añadida al paladar de los recuerdos.