Arribamos a la capital española, “Villa del oso y del madroño”, ciudad de más de 6 millones de habitantes considerando la zona conurbada, donde fuimos muy bien recibidos por la familia y daríamos inicio a la loca travesía españo-portuguesa. Un par de días de caminata y convivencia familiar resultaron suficientes para embellecer nuestra memoria con retratos de la gran capital española.