Después de terminar nuestro recorrido por Bilbao nos dirigimos a San Sebastián, Donostia, en Euskera, que nos acompañó durante todo el viaje con un clima maravilloso. Con su bello emplazamiento en una bahía con forma de concha, la capital donostiarra se convirtió en uno de nuestros parajes favoritos. Desde el trazo que forma sus dos playas principales hasta La Parte Vieja que enmarca las zonas más emblemáticas de la ciudad, Donostia te invita a disfrutar una elegante mezcla de sabores, olores y vistas hermosas que deleitan desde los paladares más exigentes, hasta el gozo infantil del jugueteo que provoca la fuerza del mar al irrumpir en El Peine del Viento, aquella escultura de hierro que se adentra más allá de la playa de Ondarreta.