Entre la Cantabria y Asturias se divisan regiones cuyas labores artesanales mantienen vivos pequeños pueblecitos asentados entre valles de montaña y colinas boscosas. Santillana del Mar es uno de estos bellos y místicos poblados, situado tierra adentro. Pueblo de brujas que le da un toque misterioso y romántico entre callejuelas de corte medieval, iglesias antiguas y construcciones del siglo XIV. Al centro, una plaza monumental y un claustro de colegiata de Santillana que lo vuelven simplemente imponente.